- Para aquel que ve una espada desenvainada sobre su impía cabeza, los festines de Sicilia, con su refinamiento, no tendrán dulce sabor, y el canto de los pájaros, y los acordes de la cítara, no le devolverán el sueño, el dulce sueño que no desdeña las humildes viviendas de los campesinos ni una umbrosa ribera ni las enramadas de Tempe acariciada por los céfiros. Horacio, Odas III, 1
Damocles fue el personaje de una leyenda griega que se distinguió por ser un adulador del rey de Siracusa, Dionisio I, un tirano que gobernó en el siglo IV antes de Cristo y que propuso a Damocles un intercambio de poderes por un día para que este experimentara los placeres del poder. La primera decisión tomada por Damocles fue la de celebrar un gran banquete en el que el propio rey Dionisio sería, precisamente, cumpliendo con ese intercambio, el servidor de Damocles. Terminado el banquete decidió recostarse hacia arriba observando como del techo del palacio y hacia su cabeza, atada a una finísima cuerda, dicen que tan fina como el pelo de la cola de un caballo, colgaba una enorme espada. Fue tal la sorpresa y el disgusto de ver que su vida estuvo pendiendo de ese hilo que rápidamente decidió abandonar el poder cedido y el banquete, retornándolos al verdadero rey Dionisio I.
Es esta leyenda el ejemplo que hace alusión a la "Espada de Damocles" y cuyo significado saco a colación porque es evidente que refleja ese peligroso proceder de aquellos que ostentan el poder. Poder que no es eterno y que desaparece de la noche al día como mismo apareció.
Aquí en La Vega de San Mateo un personaje político que se invistió de poder de la noche al día ...
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VEGUEROS S.M.
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