VECINOS DE LA ALDEA DE SAN NICOLÁS DENUNCIAN LA PUTREFACCIÓN DE RESIDUOS AGRÍCOLAS JUNTO A SUS VIVIENDAS
- Los olores que desprenden se hacen insoportables sin que nadie tome cartas en el asunto que afecta a varios barrios.
- Han presentado una denuncia al SEPRONA al objeto de que sean investigados los citados vertidos y se tomen soluciones.
Verdaderas montañas de residuos agrícolas se acumulan junto a varias viviendas del Barrio El Pinillo de la Aldea de San Nicolás provenientes, según denuncian los vecinos, de unos terrenos que la empresa COAGRISAN tiene en el citado barrio.
Este vertedero al aire libre, de residuos vegetales, genera malos olores debido a la putrefacción de los productos agrícolas que allí se vierten y que han obligado a los vecinos del barrio, y de los barrios colindantes de La Montañeta, Castañeta, El Barrio, Los Cardones y la Plaza, a presentar una denuncia ante el SEPRONA para que no solo se investiguen el origen del mismo sino la pestilencia que inunda las casas de los barrios provenientes de este vertedero, la contaminación del aire que respiran por ser un foco de infección para todos los residentes de estos barrios debido a la toxicidad de los citados residuos.
Se quejan los vecinos, y con razón, de que diariamente un tractor remueve desde hace un mes los residuos depositados en dichos terrenos donde se acumulan toneladas de ellos en grandes montones que provocan esos malos olores e impiden el desarrollo normal de la vida cotidiana de estos vecinos que no pueden abrir las ventanas de sus casas, tender la ropa, o simplemente salir de ellas con los niños, o salir a comprar porque el olor es muy penetrante, pestilente y nauseabundo.
Sus protestas las han hecho llegar a la Viceconsejería de Medio Ambiente y a la Dirección General de Salud Pública, como así le hicieron saber, mediante escrito, al Presidente del Gobierno de Canarias Fernando Clavijo su preocupación por estos hechos para que aporte soluciones.
El estiércol se acumula en grandes montaña y próximas a las viviendas como se puede observar
Curiosamente el pasado 10 de enero visitaron las instalaciones de COAGRISAN el Vicepresidente y Consejero de Obras Públicas y Transportes del Gobierno de Canarias, Pablo Rodríguez, la Consejera de Política Territorial, Sostenibilidad y Seguridad, Nieves Lady Barreto, y la Viceconsejera de Medio Ambiente y Seguridad del Gobierno de Canarias, Blanca Pérez para conocer "el innovador" proceso de reciclaje de residuos agrícolas que ha puesto en marcha COAGRISAN y que ha sido financiado con 1.020.947 euros para su implantación en este año 2019.
Lo que se preguntan los vecinos si estas autoridades al realizar esa visita no se percataron de la realidad de esa denuncia y no llegan a comprender como no se cuestiona la ubicación de estas instalaciones y los perjuicios sanitarios que la actual situación les está ocasionando.
La gestión de los residuos, tanto de plásticos agrícolas de invernaderos y cultivos, la recogida, transporte, reciclaje y eliminación, su manejo y los lugares donde se depositan es una encomienda de vigilancia y control que debe llevar la Consejería de Medio Ambiente.
Las competencias en la gestión de los residuos, no solo agrícolas, se encuentran en la actualidad transferidas a los Ayuntamientos en los que se generan dichos residuos.
En este sentido, el Ayuntamiento de La Aldea de San Nicolás debería tomar la iniciativa, al objeto de subsanar en la medida de lo posible estas actividades tan nocivas para la salud de los habitantes del municipio, de tender la mano a los vecinos, y ejercer una labor de vigilancia en la recogida, transporte y almacenamiento de los citados residuos.
En pleno siglo XXI cuando se intensifican los recursos por parte de la Unión Europea, y los Gobiernos centrales y regionales para minimizar los efectos de la contaminación, no es admisible que estas cosas ocurran y se mire para otro lado. Alguien tendrá que dar una solución a este problema que afecta a los vecinos de La Aldea de San Nicolás y que incide en la salud, principalmente de las personas mayores y los niños.
VEGUEROS S.M.