NI CONCIENCIA NI PUDOR, NI VERGÜENZA NI HONOR
Por: Jesús Padilla
Se acerca el momento más esperado, ese en el que los ciudadanos de todas las edades y clases sociales eligen a sus representantes para que defiendan sus intereses, administren y den valor a los fondos públicos de sus impuestos y, sobre todo, para que se preocupen de llevar a buen puerto infraestructuras básicas y necesarias, pongan medios para combatir las desigualdades sociales y proyectos capaces de dar amplia cobertura a las necesidades de sus municipios. Se acercan las Elecciones Municipales, la gran cita del electorado con las urnas.
Hoy escribo porque mis lectores me lo piden y hago crítica porque es necesaria y sin ella, en cuestiones como las que enarbola el título de mi escrito, mejor no escribir.
En la Vega de San Mateo hace ya doce largos años que gobierna un alcalde, ínclito y desnaturalizado. Ínclito no porque sea ilustre y conocido, sino por tener el ombligo al sol de forma constante. Desnaturalizado porque altera y deforma, transforma y desfigura, falsea y engaña deportando la verdad hasta límites insospechados, como dice mi titular sin conciencia ni pudor, ni vergüenza ni honor.
Lo visto y oído el pasado fin de semana en la presentación de los candidatos de ese partido que hasta en su “logarítmico” nombre engaña, pues ni son todos los vecinos ni asocia a todos los vecindarios, y menos de San Mateo, refleja el grado de hipocresía de algunos, de intolerancia de otros y de desprecio a quienes arriesgando sus vidas huyendo de la miseria y las guerras, de la muerte y la desolación, llegan extenuados a nuestras costas en busca de una vida mejor. Levantarse para aplaudir desaforadamente que el ínclito haga mención a la alcaldesa de Mogán por su gesta heroica para con los inmigrantes y que a ello le acompañe un exdiputado nacional y la “heroína” alcaldesa de uno de los municipios más ricos de Canarias demuestra, este singular trío sacapuntas, no tener vergüenza ni el honor que supuestamente se le acredita a un político. Ni que decir de los palmeros/as que acompañaron ese despropósito bajo una ignorancia supina, decir que mejor cuidaran también de su ombligo no sea que los impúdicos se lo dejen también al sol. Poner guaguas y llevar a los inmigrantes a la capital para sacudirse la heroína “el problema” no es un acto heroico es un acto vil y despreciable. No se puede tratar a los seres humanos como vulgar mercancía para forzar lo que un político está obligado a gestionar y negociar con la administración, no tienen ustedes ni conciencia ni pudor. Que no harían de tener más poder en sus manos, mejor ni pensarlo.
De todas las perlas lanzadas al público asistente me he quedado con unas pocas.
-Dice el “desnaturalizado” que lo echaron del Ayuntamiento. Hombre, yo diría que “por patas” ha salido de muchos sitios, no precisamente del Ayuntamiento, donde siempre se le ha tratado con respeto.
-Presume el ínclito de “no hacer políticas clientelares”. En metros cúbicos sería difícil de hacer un cálculo de cuantas entradas y salidas de fincas particulares ha hormigonado, algunas en parajes naturales donde mover una piedra es motivo de sanción y siempre a las puertas de las elecciones. Yo no levanto un dedo Sr. ínclito, levanto las dos manos. Las calles de muchos barrios y las del pueblo no es que estén en mal estado, es que no les cabe un parche más y todo lo remedia con una brocha y pintura blanca para que el parche no se note. Se cree sus propias mentiras.
-“Vamos a ganar las elecciones con más votos de los que ahora tiene”. Siempre que los ciudadanos quieran. El cartero no tocará dos veces en la puerta como en las anteriores elecciones, con una le debe de bastar. El recuento lo dirá, no la prepotencia y la verborrea del momento que le proporcionaron los hooligan y fervorosos palmeros. Cuestión de números no de fanfarronadas.
-Lo del Mercado es simplemente, y sin rodeos, una burla a la inteligencia, a los hombres y mujeres de este municipio, de nuestro pueblo. “Ahora si vamos a tener un mercado con fundamento” decía. El Mercado y la gente que con mucho sacrificio lo creó siempre han tenido fundamento. El fundamento le falta al ínclito al que, en la impronta, en ese momento álgido de su intervención jaleado por su fervorosos, hace burla obscena de un Mercado Municipal que se ha cargado sin pestañear y sin importarle el tremendo daño que ha hecho a este pueblo. Por eso se le pega el sudor, como dijo el ínclito a la otra punta del tridente (al de la mochila), no por trabajar por este pueblo sino porque cada palabra suya esta adornada de mil mentiras y cien proyectos fantasiosos. Tirar el dinero ajeno es fácil, lo difícil es tirar el tuyo, dicen los más viejos del lugar, y añado que no se puede ser más hipócrita. Ni pudor ni vergüenza.
Y como colofón a este despropósito une a sus filas a un candidato, Pablo Rodríguez, que el pasado 26 de noviembre firmaba, literalmente, con luz y taquígrafo, su incorporación al PSOE de San Mateo, alegando que lo hacía por : “Porque quería cambiar el desastre de AVESAN”. Todo muy loable, muy honorable, muy democrático...
...El 22 de abril de 2023, es decir, cinco meses más tarde se presenta a las listas de AVESAN.
Eso es engañar al electorado. Todo en política no vale. Y ello rodeado de un acto irrelevante, pomposo, de lujo desmedido, de prepotencia desmesurada en un pueblo en el que las necesidades básicas de los ciudadanos no están cubiertas al 100%. Coherencia cero, caradura diez.
Enarbolar una bandera y después unirse a la de quien considerabas tu enemigo es una burlesca acción a la ciudadanía, un engaño masivo a los electores. Al que le pique esto que digo, que se rasque, pero no tiene más lectura que la que le damos los que aún confiamos en la política, no del interés personal, sino del interés general que prima por encima de los demás.
Resumiendo, diría que el ínclito vende humo en abundancia, de prepotencia va sobrado y de programa ninguno... bueno sí, va a seguir modernizando las calles y el pueblo, arrebatándole su tesoro rural. Sin comentario.
Como en los toros “división de opiniones” pero para salir por la puerta grande como pretende el ínclito hay que acabar la faena con muleta y estoque, cortar orejas y rabo. Con cuatro verónicas lustrosas a la salida del toro se luce el torero, pero nada más. El ínclito debe saber, porque parece olvidar, que el solo no está en el ruedo. En el paseíllo hay más gente y un alguacilillo que da la llave del toril. Rodearse de monosabios no le da la faena sino el lustre, por muy "guaperas" que se quiera poner, el sudor de su camisa le delata. Aunque la mona se vista de seda, mona se queda.
VEGUEROS S.M.