LA
CULTURA ESTÁ DE LUTO Y SAN MATEO LLORA DE DOLOR, DOMITILA NARANJO HA
FALLECIDO.-
Por : Jesús Padilla
Hoy día 19
de mayo, día del abogado, honor que lleva su santo patrón San Ivón o San Ivo,
La Vega de San Mateo llora de dolor por el fallecimiento de Domitila Naranjo
Monzón, "Tilita".
Este sabio
varón fue un extraordinario estudiante y juez que poseía sabiduría y estudio, era
fiel a sus valores cristianos y, como bien dicen las crónicas de esos años, con
un profundo sentido de la justicia. Fue San Ivo el precursor de ese código
ético que dignifica la profesión y da un sentido profundo a la justicia.
Domitila
Naranjo fue en La Vega de San Mateo la que supo dar esos valores éticos a la
política, manteniendo cerca la inquietud del ciudadan@ y lejos, muy lejos, el
ansia de poder que corrompe y desnaturaliza el sentido de servicio a la
sociedad.
Pude conocer
a esta extraordinaria mujer en su labor diaria, en su cotidiano devenir cuando
era Concejala de un Gobierno Municipal al que entregó todo su saber, que no era
poco. Embebida en su cargo supo dar ese toque especial que las mujeres pincelan
de bondad infinita en aquellos problemas que requieren atenciones especiales.
Siempre estuvo junto al desvalido y con pulso firme y ecuanimidad exquisita
sobrellevó con esmero y eficacia el puesto que la sociedad veguera le entregó
en las urnas.
Ligada a la
cultura, de la que era una empedernida entusiasta, Domitila Naranjo se encargó,
pese a los inconvenientes de una gestión poco reconocida, de traernos la
frescura de las letras, el colorido de las pinturas, la intriga de la historia
y la lectura placentera de la poesía.

Desgraciadamente
la enfermedad pudo con sus deseos y "Tilita" se retira de la política para
dedicarse a la familia, ese otro amor que llenaba su vida.
Me faltan
palabras para expresar todas las virtudes que representa Domitila Naranjo
"Tilita", porque la pena y el dolor que me ha producido su
fallecimiento es comparable a ese shock que produce el fallecimiento de un
familiar cercano.
Tuve la
oportunidad de despedirme de ella, en esa habitación 412 del Pabellón A del
Hospital Doctor Negrin. Su valentía, su fortaleza para afrontar lo que ya sabía
que se iba a producir fue, quizás, lo que me impulsó a cumplir con algo que ella siempre deseó, que le
recitara una de mis poesías. Me armé de valor y le recité un poema que había escrito
por el día de las madres, porque que mejor regalo para una madre ejemplar y una
amiga formidable que un poema dedicado a quien es ejemplo de virtudes
maternales y de generosidad para tod@s.
Hoy 19 de
Mayo de 2018 la Justicia Divina ha querido que "Tilita" pase a formar
parte de esos ilustres personajes de la historia reciente de La Vega de San
Mateo y entre en ese Reino donde solo acuden l@s que como ella, han sabido
entregar su vida de servicio a los demás.
Descanse en
paz Domitila Naranjo Monzón. San Mateo llora su fallecimiento y sus amig@s,
familiares y allegados una perdida irreparable. Adiós amiga mía, te echaremos
mucho de menos.
Valga este
humilde poema para hacer honor a quien merece el reconocimiento de su pueblo,
de su gente y de sus amig@s.
YA TE FUISTE "TILITA"
Lloran mis ojos,
mi corazón se encoge,
dolido de pena
que mis sentidos recogen.
Trazaste el camino
de letras doradas,
de hojas caídas,
de nubes aladas.
Dejas tras tu marcha
un hilillo de bondad,
un cauce de amistad,
una vida sin escarcha.
Alimentas con tu ida
la cascada de la vida,
el resplandor del cielo,
mi corazón se encoge,
dolido de pena
que mis sentidos recogen.
Trazaste el camino
de letras doradas,
de hojas caídas,
de nubes aladas.
Dejas tras tu marcha
un hilillo de bondad,
un cauce de amistad,
una vida sin escarcha.
Alimentas con tu ida
la cascada de la vida,
el resplandor del cielo,
la esperanza perdida.
Ya te fuiste "Tilita"
adonde nadie quería,
donde la vida es eterna
y brilla la luz del día.
Repican las campanas,
repican por tu ida,
encogen mi corazón su sonido
y mis lágrimas avivan.
Ya te fuiste "Tilita"
adonde nadie quería,
donde la vida es eterna
y brilla la luz del día.
Repican las campanas,
repican por tu ida,
encogen mi corazón su sonido
y mis lágrimas avivan.
Ya te fuiste "Tilita"
a ese reino del cielo
donde la vida es eterna
y la bondad infinita.
Repican las campanas
repican por tu ida.
No repican a difuntos
repican por tu vida.
Vida que el corazón encoge
y el resplandor del cielo
aviva.
Vida de bienvenida a ese
cielo,
el reino de tu nueva vida.
Jesús Padilla
VEGUEROS S.M.