La "metida con
calzador", intento fallido
¿Quién no ha escuchado alguna vez
la expresión "me la metieron con calzador"?
Una expresión muy coloquial que
lejos de ruborizar a quien la emplea más bien sonroja a quien la recibe si le
queda algo de vergüenza. Eso sí, siempre usada en los término adecuados.
No fueron los buenos zapateros los
que introdujeron tal herramienta sino aquellos que no eran capaces de hacer un
calzado a la medida del pie. Herramienta que data del siglo XV y que hizo que
introducir el pie en el calzado con el borde de un cinturón, o un trozo de
cuero, quedara en el olvido y con ello los buenos zapateros y los excelentes
materiales con los que se construían para tan delicada función.
En La Vega de San Mateo la Teniente
de Alcalde Davinia Falcón (AVESAM) intentó sin éxito colar a la oposición dos
puntos del orden del día, en el pasado Pleno Municipal celebrado en la Sala de
Plenos del municipio, sin las correspondientes y obligatorias Comisiones
Informativas como así lo denuncia la representante del Partido Político
Alternativa por San Mateo-Nueva Canarias.
Esta viene a ser una de las tantas
"irregularidades" detectadas en la gestión municipal en estos años de
Gobierno, y no porque lo diga yo precisamente, o sea baladí mi afirmación, sino
porque es del dominio público en general y de los partidos políticos en la
oposición actual y pasada en particular.
El artículo 82 de Real Decreto
2568/1986, de 28 de noviembre, por el que se aprueba el Reglamento de
Organización, Funcionamiento y Régimen Jurídico de las Entidades Locales,
vigente desde Diciembre de 1986 establece en su punto 2 que (sic) "En el
orden del día sólo pueden incluirse los asuntos que hayan sido previamente
dictaminados, informados o sometidos a consulta de la Comisión Informativa que
corresponda." Y punto.
Pues bien, hasta ahora todo era
borborigmo político que producía ciertas bufas y que hacía pensar que algo no
estaba bien en el Ayuntamiento, que más bien parece un fortín que la casa de
todos los vegueros y vegueras y que para algunos y algunas más que casa es su
residencia habitual pese a no pagar alquiler por ello, ahora todo ese ruido
intestinal parece escucharse más claro, lo que plantea la posibilidad de que
algo no está funcionando como debe de funcionar dentro de la legalidad más
absoluta y para colmo los problemas se amontonan.
Me dicen que ese saltuario de incidencias, a las que ya se encargaran de quitarle hierro los de siempre, más bien parece la vedija de las bailarinas, se ven pero no se tocan, o por lo menos los que han querido hacerlo se han encontrado con toda clase de impedimentos para llegar al origen de los mismos.
Me dicen que ese saltuario de incidencias, a las que ya se encargaran de quitarle hierro los de siempre, más bien parece la vedija de las bailarinas, se ven pero no se tocan, o por lo menos los que han querido hacerlo se han encontrado con toda clase de impedimentos para llegar al origen de los mismos.
Uno de ellos, diría que el
problemón, viene a cuento de la obra del mega aparcamiento de lo que fue la
Plaza del Pueblo. El ungüento de la Magdalena para Antonio Ortega. Para algunos
la zampoña con la que tiene adormilados a todos los vegueros y vegueras en un
cortejo y séquito con prórroga de cuatro años, acerbo y agrio para otros,
quizás con más pudicia.
La susodicha obra, producto de
causa inconcusa de quien "la metió con calzador" en una monomanía sin
precedentes en esta Vega de San Mateo, es una incógnita aún por resolver,
porque esos resultados inciertos cuando todo esté acabado merecen una amplia
explicación ya que hacer se puede hacer (la obra) pero otra cosa es que después
de hecha, y está por ver cuando, no se pueda mantener ya que este tipo de instalaciones
generan unos gastos que no sabemos si podrán ser asumidos por el Ayuntamiento y
a que precio.
También quieren "meter con calzador", el que los vegueros y vegueras se verán ampliamente recompensados teniendo la posibilidad de comprar plazas a precios de saldo o alquilarlas a módicos precios de 20 euros. Perdonen ustedes que no me ría, pero es que el asunto es muy serio para tomármelo con jovialidad.
También quieren "meter con calzador", el que los vegueros y vegueras se verán ampliamente recompensados teniendo la posibilidad de comprar plazas a precios de saldo o alquilarlas a módicos precios de 20 euros. Perdonen ustedes que no me ría, pero es que el asunto es muy serio para tomármelo con jovialidad.
Comprarlas supone para quien lo
haga, en concesión por periodo determinado, hacerse cargo del pago, como socio,
o usufructuario, de todas aquellas derramas y sobrecostes que el propio
alquiler o uso de pago no pueda solventar y que, lógicamente, genera este tipo
de instalaciones (mantenimientos y reparación de ascensores, agua,
luz, personal etc., etc.,) y a los que sean de alquiler pues como todo
alquiler, con contrato, se les fijará una cuota mínima con fianza y un alquiler
con sus subidas de IPC, y si son con la otra fórmula posible, como abonados,
pues las cuotas (de abonado) que se establezcan y que no difieren mucho de las
que hay en otros establecimientos de estas características, pero que ni 20, ni
cuarenta, probablemente de 60 hacia arriba. Eso sin contar si
habrán plazas de rotación y en qué cantidad se van a establecer. Toda una
incógnita que nadie aclara pero que hay que tener en cuenta, porque prometer
hasta meter, una vez metido, nada de lo prometido. Por eso los que prometen y
prometen, hacen y deshacen sin contar con nadie, suelen usar el calzador como
herramienta de urgencia, rápida y efectiva para lo que se atasca.
De momento la obra del
aparcamiento está prorrogada un año más hasta julio de 2020. Los vegueros y
vegueras tendrán que aguantar, no solo los inconvenientes del retraso, sino los
perjuicios que este está causando, y cause en lo sucesivo, al tejido
empresarial del pueblo.
Todo esto se produce porque las cosas no se han hecho bien, o a saber que otros condicionantes obligan a modificar nuevamente un proyecto que se eterniza en el tiempo, que adolece de transparencia y presenta puntos oscuros, en esta nueva prórroga a la que se le vuelve a inyectar dinero público en cantidades importantes.
Todo esto se produce porque las cosas no se han hecho bien, o a saber que otros condicionantes obligan a modificar nuevamente un proyecto que se eterniza en el tiempo, que adolece de transparencia y presenta puntos oscuros, en esta nueva prórroga a la que se le vuelve a inyectar dinero público en cantidades importantes.
Me pregunto, con ánimo de ser
fisgón, porque hablo de lo público no de lo privado, ¿Cómo se puede
modificar un proyecto que salió a licitación para ahora volver a modificarlo
con obra nueva? Una modificación, la que se pretende realizar,
adjudicando más dinero ¿Si no estaba en el proyecto inicial, como se otorga
ahora sin dar publicidad al cambio para que puedan acudir otras empresas?
Sinceramente, no encaja. Como me
decían algunas fuentes a las que he consultado, y coincidían, "es todo muy
turbio", yo diría que más que "turbio" puede ser un pretexto
enmascarado con el que se pretende encubrir el motivo real y verdadero de esa
prórroga.
Las prórrogas son para acabar lo
que se había empezado y por motivos diversos, ajenos al contratista, y que no
se haya podido realizar, pero no para añadir más obra a la obra, valga la
redundancia, e inyectar más dinero para liquidar lo supuestamente liquidado.
Veremos en qué queda todo este
munífico trato de prórrogas que cambia el semblante de la oposición en un gesto
de disconformidad con lo que sucede.
La otra intentona de "metida
con calzador", a la que me refería al inicio de este artículo de opinión,
surgió en el pasado pleno celebrado esta misma semana en el Ayuntamiento de
Vega de San Mateo.
El partido político de Alternativa
por San Mateo con su cabeza visible, la Concejala Isabel Peñate, abandona el
Pleno Municipal ante las presuntas irregularidades que pretendía la
sagaz Teniente de alcalde que, con calzador, quiso introducir, sin más
explicaciones, dos puntos en el orden del día sin contar con la obligada y
preceptiva Comisión Informativa.
Para estos dos punto que se
intentaron "colar" y "meter con calzador" en su día se
convocaron las Comisiones de Pleno, pero solo con dos puntos. Hasta ahí todo
correcto, pero cuando llega el momento de exponer los puntos del Orden del Día en
el Salón de Plenos la oposición se encuentra que el pleno traía cuatro puntos.
Había parido dos en un parto sin urgencias pero con prisas.
Pretendió el sabiondo, o la
sabionda de turno que utilizar el calzador podría ser la solución.
¿Pero la solución para qué?
¿Qué contenido tienen esos
dos puntos para tener que usar tan singular herramienta?
Podrían haberlo llevado por la vía
de urgencia si lo hubiesen argumentado adecuadamente, y siempre que el
expediente no estuviese terminado, pero no era precisamente el caso para el uso
legal y correcto de esta vía, la de urgencia.
Tal conducta es una irregularidad
que puede ser considerada fraude de ley y por ende nulo de pleno derecho como
así, y correctamente, lo interpreta Isabel Peñate de Alternativa por San Mateo
y que siguiendo su estela puedo afirmar no se aleja un ápice de ser acertado lo
que dice.
Fraude de ley porque el reglamento
es claro.
Primero porque la relación de
asuntos incluidos en el escrito de convocatoria del Pleno, que no enerva la
facultad del Alcalde o Presidente para determinar los puntos del Orden del día,
le permiten a este excluir alguno de ellos si bien la exclusión de los asuntos
propuestos deberá ser motivada con todo lujo de detalles.
En este caso concreto no se quitan
puntos, todo lo contrario, se añaden, y además se emplea el calzador para
embutirlos con alevosía premeditada en una clara deslealtad hacia quienes
representan la otra parte que no votó a Antonio Ortega y a los intereses de más
de medio pueblo.
Un acto irreverente que pretende dar una legalidad a algo que puede ser ilegal e inadmisible.
Un acto irreverente que pretende dar una legalidad a algo que puede ser ilegal e inadmisible.
Alternativa pidió a la ejecutante
de este necio proceder, que dejaran sobre la mesa el expediente, negándose a
ello, lo que resulta aún más sospechoso pues no solo se utiliza el calzador
sino además la ocultación de lo que se pretendía introducir por la fuerza del
engaño.
"Nosotros no podemos participar de
estas irregularidades y decidimos ausentarnos".
Esta lacónica y acertada decisión
de Isabel Peñate da una idea de que este lóbrego asunto va más allá de ser un
mero despiste, me atrevería a decir que lejos de ser una simple pifia podría
acercarse a un inequívoco, poco ambiguo y escabroso asunto. De hecho
Alternativa por San Mateo emprenderá las acciones legales pertinentes y
oportunas que sean necesarias en defensa de sus propios intereses y el de todos
los vegueros y vegueras que representan, lo que abunda más en lo que digo y
sostengo en el titular de este artículo de opinión " un intento fallido de
"metida con calzador".
Está claro que son los
espurios intereses que han permitido esta tunantada adornada con el subterfugio
de no querer enseñar lo que se pretendía embutir con el calzador.
Una burda maniobra, disfrazada de artificio, en un intento fallido de "meterla con calzador"
Una burda maniobra, disfrazada de artificio, en un intento fallido de "meterla con calzador"
Pues esa "metida con
calzador" una iba dirigida a las clases más desfavorecidas ya que era ni
más ni menos que la subida del agua de abasto. Una decisión que tenía un
informe desde el mes de abril pero que no interesó a Don Antonio Ortega que se
sacara a la luz porque estaban las elecciones por medio. Una decisión que solo
compete al Sr. Alcalde y su Grupo de Gobierno que no se ven obligados a la
subida aunque traten de justificarlo con el IPC.
La otra "metida con
calzador" era la de cambiar la financiación del Plan de Cooperación con la
Mancomunidad del Cabildo destinado al Mercado de 400.000 euros para alumbrado,
porque, al parecer, no les daba tiempo de justificarlo ya que la obra no se ha
terminado y podrían perderlo. No se puede ser más inepto y poco previsor y
eficiente, con lo que ganan, y hablando administrativamente.
Descubierto el motivo del engaño
habría que saber que espurios asuntos son los que obligan a una edil municipal
prestarse a tan sucio juego intentando "introducir con calzador" dos
medidas que, en contra de lo que dice la ley, debió someterse a esa Comisión
Informativa.
El buen calzado de piel mansa no
necesita semejante artilugio porque lo único que se consigue es romper la
nobleza del material con el que está hecho el calzado. Una buena horma es lo
ideal para mantener la forma e impedir "la metida con calzador".
VEGUEROS
S.M.