Y vinieron a lo grande en busca de la gloria, y se
llevaron la gloria y nos dejaron sin nada
Por: Jesús Padilla
Nunca se había vivido en La Vega de San Mateo una situación
tan intensa. Situación que supuestamente tenía que dejar atrás las flaquezas y
auparnos a lo más alto en calidad de vida, en progreso y en otras milongas de
diferentes colores todas con el toque político perfecto, ese pincel que se moja
en el tarro de las promesas y termina en el cubo de la basura.
De la supuesta gloria hemos pasado a la real desilusión, y
lo de real no es sinónimo de realeza, sino antónimo de esta, de pobreza. No es
justa recompensa para quienes esperaban mucho más de quienes a lo grande
aterrizaron en la política municipal enarbolando la bandera del bienestar, del
fin de los supuestos desatinos y de las promesas incumplidas y aupando con sus cantos
el entusiasmo de un municipio que se volcó con ese cambio y ahora ven cómo se
eclipsa por decisiones erróneas y actuaciones erráticas que han puesto a muchos
al borde del precipicio y en graves apuros económicos.
Es cierto que ese cesto de promesas estaba lleno, a rebosar,
pero no deja de ser menos cierto que sigue ahí lleno, pero pudriéndose en el
olvido. Algunas de esas promesas llevan aparejadas terribles problemas, no solo
de financiación, sino de construcción, otras no verán la luz porque han caído
en el olvido o en la imposibilidad -sabida- de realizarlas pues no eran nada
más que falsas propuestas para captar votos y aletargar un sueño que nunca se
ha hecho realidad. Una hecatombe que ha dejado el pueblo sumido en problemas y
más problemas que hacen cola en las puertas del Ayuntamiento porque la gestión,
desgraciadamente, da la impresión de estar colapsada, aunque no quiera
reconocerse. No hay tapiz que pueda esconder lo que hay detrás de tanta
incompetencia política por muy bonito que quieran ponerlo, está a la vista.
Quizás un cambio en esa política de gobierno en las próximas
elecciones pudiera ser el remedio a tanto desatino. Una entrada de savia nueva
pudiera dar el empuje necesario para que el desatasco se produzca y pueda fluir
de nuevo, con transparencia y buena gestión, el combustible necesario que haga arrancar el motor económico que en este momento se encuentra parado, encallado y
semihundido. La reparación pasa por las urnas y será el pueblo quien decida
inteligentemente lo que más le conviene. Lo que si está meridianamente claro es
que todo parece indicar que esta legislatura municipal, este gobierno municipal
de AVESAN está tocando fondo, y cuando se toca fondo, o se reflota o mejor dar
paso a quien pueda reflotar.
Cuando una legislatura está acabada no se puede comenzar
otra con los mismos materiales con los que se construyó la primera porque se
vuelve a caer en los mismos errores sin solucionar los anteriores.
Cuando algo no avanza, cuando un proyecto quedó estancado,
no se puede ser indiferente a las dificultades que han generado ese
estancamiento porque sería tropezar una y otra vez con el mismo obstáculo, con
la misma piedra. En la política no hay varitas mágicas, solo existe buena o
mala gestión, buenas o malas políticas. Ambas se dirimen en las urnas. las
malas dejarán paso a las que supuestamente deben ser buenas.
Cuando los proyectos que se intentan desatascar son
múltiples, múltiples serán los problemas, y sino no existe esa capacidad para
poder resolver uno solo, no puede haber capacidad para resolver el resto, por
mucho que se empecinen sus promotores.
Y es que cuando se lleva tantos años de gobierno municipal aupando
proyectos imposibles de ejecutar y otros también imposibles de llevar a cabo en
la inmediatez que requieren, hay que reconocerlo así aunque no sea del agrado
de quien gobierna y fracasa, no debe empecinarse al gobernante en continuar en ese
lodazal, muy similar al que se encuentra sumergida la gestión del municipio de
Vega de San Mateo.
Como suele ocurrir cuando se entra en la política cargado de
proyectos, algunos inasumibles, no solo por su coste sino porque los obstáculos
en su ejecución a nivel administrativo y técnico por su complejidad y porque requieren
un apoyo importante con todas las administraciones públicas, algo que AVESAN no
tiene, todo sea dicho de paso, no solo se acaba en el fracaso sino en una
desilusión colectiva que generalmente ahonda la crisis en la que se ve
sumergido quien gobierna a golpe brusco de timón y sin un norte diferenciado. Va
como esos balandros que surcan los mares escoràndose, bolineo tras bolineo, quebrando
la línea recta a bandazos que terminan trabucando la nave.
Eso es lo que le ha
ocurrido, a mi modo de entender, a AVESAN y a Don Antonio Ortega; que durante
años han dado bandazos a la política municipal, siempre con un norte fijado en
proyectos nada claros, pero que se han encontrado en ese navegar errante con
una brújula averiada, que colocaba el norte en el sur y el este en el oeste.
Fueron a buscar en su flamante barco con brújula desnortada
la gloria y al final no la han conseguido y han dejado a la tripulación y a los
que se quedaron en tierra sin nada. Sin gloria y sin proyectos. Volver a
planear nuevos horizontes, para obtener votos, sin resolver lo que se deja
atrás es una tremenda equivocación y además me atrevería decir que una irresponsabilidad
por el coste económico y social que conlleva tal atrevimiento.
No quiere decir que la política empleada de promesas por el
actual grupo de gobierno haya sido paupérrima ¡No! Simplemente que la
paupérrima gestión de esas promesas ha hecho de su política un fracaso.
Estamos en época de elecciones, en época de cambios, votar y
cambiar es sinónimo de progreso y bienestar.
Como esa antigua frase "A rey muerto, rey puesto"
que indica que hay que seguir adelante, pero
no empleando esa otra de "mal de
muchos, consuelo de tontos" porque es estancarse y quedarse sin nada.
VEGUEROS S.M.