viernes, 7 de septiembre de 2018

EL AYUNTAMIENTO DE SAN MATEO, MEDIANTE DECRETAZO, DA UNA PIRUETA CON DOBLE SALTO MORTAL Y MEDIO PRORROGANDO UNA PRÓRROGA DE UN CONTRATO YA VENCIDO DEL SERVICIO DE LIMPIEZA VIARIA Y RECOGIDA DE RESIDUOS URBANOS Y GESTIÓN DE PUNTO LIMPIO Y CEMENTERIO.-


El Ayuntamiento de San Mateo, mediante "decretazo", da una pirueta con doble salto mortal y medio prorrogando una prórroga de un contrato ya vencido del servicio de limpieza viaria y recogida de residuos urbanos y gestión de punto limpio y cementerio.-


Por: Jesús Padilla


Una duda razonable ha hecho que como ciudadano pueda compartir la misma con aquellos que interesados en el devenir político de ésta Vega de San Mateo quieran ser partícipes conmigo. Ésta duda parte de dos premisas importantes:
La primera es que el Concejal Delegado de Limpieza en una propuesta de fecha 29 de agosto de 2018  considera de "interés público", hasta el 31 de noviembre de 2019 dicho contrato, ya vencido, con la empresa que realiza este servicio.
La segunda premisa es que existen sendos informes desfavorables de Secretaria e Interventor que al parecer hacen inviable la medida que pretenden tomar. O mejor dicho se ha tomado en forma de Decreto o en este caso de "decretazo".
Bien es sabido que dar piruetas y saltos mortales es una especialidad que hasta ahora parece ir bien al Grupo de Gobierno Municipal desde que tomó posesión por primera vez del Ayuntamiento de Vega de San Mateo. Una toma en la que su programa electoral, plagado de tantas promesas como pasajes tiene la biblia, llegó a mano de sus electores.
Hoy, casi ocho años después, con anexos a modo de pasajes bíblicos, para completar las promesas de la primera en ésta segunda legislatura, de lo que se había prometido nada, y de lo que se ha incumplido mucho. Basta dar una vuelta por el pueblo para comprobar lo que digo. Y que cada uno saque sus propias conclusiones sin dejarse llevar por apasionamientos.
Pero siguiendo con esa duda razonable y para no perder el hilo el relato que se la plantea es el siguiente:
Una resolución de la alcaldía en forma de Decreto de fecha 30 de agosto de 2018 permite levantar una nota de reparo interpuesta por el Interventor General, ese mismo día del decreto, 30 de agosto de 2018, nota que considera que una prórroga a la empresa adjudicataria de la limpieza viaria y recogida de residuos urbanos y gestión de puntos limpios y cementerios incumple conjuntamente, es decir, la primera prórroga que ya incumplía y esta segunda que también incumple.
Este Decreto firmado por Don Antonio Ortega con informe favorable del Concejal de Limpieza Don Joaquín Amador da vía libre, por la vía del decretazo, a esta segunda prórroga de contrato de servicios de limpieza viaria, recogida selectiva de residuos urbanos y de gestión del punto limpio y cementerio de un forma un tanto peculiar y extraña como asombrosa. Por lo menos en lo que respecta a las formas y afecta a los hechos.
La primera prórroga incumple porque abarca las distintas fases de ejecución del presupuesto y pagos, que al amparo de la prórroga se puedan producir.
Y la segunda prórroga incumple porque, producido el motivo que obliga a la nota de reparo del Interventor, esta segunda puede dejar un "pufo" de 96.463,45 euros.
En un alarde de malabarismo contable el del Concejal Delegado de Limpieza, como si de un salto mortal se tratara, justifica por "razones de salubridad" y de salvaguarda del "interés público" esta segunda prórroga, además dándole una nueva fecha de caducidad de más de un año, hasta el 31 de noviembre de 2019.
Me pregunto si ¿Esa justificación abarca esos 96.463,45 euros de dinero público, de interés para todos los ciudadanos de este municipio y que probablemente se pueden detraer de las arcas municipales? La fecha de caducidad y la redacción de la propuesta del Concejal y el Decreto apuntan a eso.
A mí particularmente no me salen las cuentas, ni veo el "interés público" del levantamiento del reparo, y menos aún por "razones de salubridad". Pero en fin cada maestrillo con su librillo. Y cada uno con su salubridad particular, o pública, según del prisma que lo veamos.
Como en esa película de Alfred Hitchcock "Shadow of a Doubt", la sombra de una duda hace que mi asombro se multiplique cuando, posteriormente, me entero de que la Secretaria municipal el 29 de agosto de 2018, un día antes de esa nota, emite un informe totalmente desfavorable sobre este asunto, haciendo hincapié en que el plazo del contrato está ya vencido, por lo que se entiende que dicha prórroga es impracticable. Supongo que impracticable por razones de tipo legal o porque contravienen la normativa actual sobre contratos públicos y transparencias en la gestión pública.
Por sentido común, y si no he perdido la percepción de las cosas, es lógico que lo vencido se renueve, pero no se prorroga. A no ser que el "interés público" pueda ser otra cosa, aún no explicada, que también puede suceder. Esta sería la otra media pirueta del salto mortal.
El Decreto, o decretazo, levanta el reparo del Interventor, y deja en segundo plano el informe desfavorable, transformándose en una sinestesia, atribuyendo legalidad a algo que mediante la legalidad es imposible de realizar, como sucede prorrogando una prórroga ya vencida que además deja pendiente una cantidad importante de dinero público que deberá asumir el Ayuntamiento por un "interés público" a mi modo de ver inexistente y unas "razones de salubridad" totalmente anacrónicas con los tiempos que vivimos, en pleno siglo XXI. Es como decir que "oímos la luz" o que  la Tierra se llama Marte. Está claro que ambas cosas, "salubridad e interés público" no se corresponden, el anacronismo es total.
Queda patente, a modo de ejemplo, que a cualquier ciudadano que está a punto de vencérsele  un permiso, o una subvención pública, tiene unos plazos para renovarla, o solicitar una prorroga.
Pero si ese ciudadano, a sabiendas de que se le vencen los plazos para renovar, no renueva, podría denegársele la prórroga.
Pero si se le admite esa prórroga y a su vez el ciudadano la deja vencer, sin renovar, perderá los derechos adquiridos. Es así de simple.
¿Como se puede entender que para los ciudadanos si vence la prórroga y pierde éste la subvención o el permiso, pero para una empresa adjudicataria de un servicio público no ocurre lo mismo, es decir no pierde la adjudicación pública y se le admite una segunda prórroga ya vencida con un "pufo" de 96.463,45 euros, supongo que por servicios incumplidos?
¿Raro es, y de verdad, que la administración mida con diferentes varas a unos ciudadanos de otros?
La explicación para mi es tan sencilla como el mecanismo de un botijo, o de un porrón. El ciudadano no puede acceder a lanzar un decreto que le favorezca y tampoco se lo van a facilitar porque estaría fuera de ordenamiento.
Salto mortal y medio con tirabuzón.
Creo que este salto mortal y medio con tirabuzón es cuanto menos una maniobra inusual, vía Decreto, que supongo los partidos en la oposición analizarán con lupa porque no sólo puede suponer la pérdida de una importante cantidad de dinero público sino además la contratación, un tanto irregular, y sorprendente,  para dar continuidad un servicio que según fuentes diversas hasta la fecha deja mucho que desear en operatividad y eficacia.
Dicen que Dios escribe derecho en renglones torcidos, o en otro pasaje de la biblia se dice que los caminos del Señor son inescrutables.
De modo laico decir que los caminos inescrutables que conducen a los decretos que, como éste, nos dejan boquiabiertos porque la excusa de la urgencia está en  "salubridad e interés público" como si no hubieran más empresas o medios para paliar la necesidad sin llegar al "decretazo". Nos sorprende aún más porque el Decreto trata de enderezar un camino torcido pero sin escribir derecho los renglones torcidos.
Una paradoja, una antilogía con unos argumentos que rayan lo falaz.
¡¡Bendito sea Dios!!
VEGUEROS S.M.

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